La mañana después de la Covid-19

Autonomía económica de las mujeres para la sostenibilidad de la vida en Bolivia

A raíz de la pandemia por la COVID-19 se estima que entre 2019 y 2020 cerca de 241.000 mujeres bolivianas en áreas urbanas perdieron su fuente de ingresos, un tercio más que los hombres. Esta pérdida de empleo e ingresos afectó sobre todo a mujeres de los sectores informales y del trabajo por cuenta propia, donde están sobre representadas.

La crisis ha impulsado un masivo traslado de mujeres hacia la “inactividad”. Un ejército de casi 1,5 millones de mujeres hoy conforma la población económicamente inactiva (el doble de los hombres), y en muchos casos tendrán que enfrentar la dedicación exclusiva al trabajo doméstico y de cuidado sin remuneración, lo que podría empobrecer a muchos hogares en Bolivia.

Diversas investigaciones y encuestas demuestran que las mujeres en la pandemia han tomado la mayor responsabilidad del trabajo doméstico y de cuidado. En este tiempo, frente al cierre de las escuelas y los centros de cuidado de personas dependientes, el teletrabajo y la necesidad de atender enfermos por COVID-19 y otras enfermedades; fueron las mujeres quienes, en mayor medida, cubrieron las necesidades de cuidado de más de 4,5 millones de bolivianos y bolivianas (niños, niñas adolescentes, personas con discapacidad, adultos mayores y enfermos) en condición de dependencia.

Antes de la cuarentena rígida, las mujeres dedicaban, en promedio, siete horas al día al cuidado de niños entre 6 y 12 años, en la crisis de salud, esta cantidad subió a 13 horas diarias. Una gran parte de las mujeres encuestadas dijo que la actividad que causó más cansancio fue apoyar a los niños en sus actividades escolares, a causa de las clases virtuales. Por otra parte, el tiempo dedicado al cuidado de adultos mayores pasó de cinco a ocho horas al día.

Este trabajo doméstico y cuidado que sostiene la vida, facilitó las oportunidades para que los 8 millones de bolivianos y bolivianos que hoy se encuentran en edad de trabajar, se inserten con mayor posibilidad a un trabajo remunerado.

Este 22 de julio se celebra el día internacional del trabajo doméstico. Ante este panorama, Oxfam hace un llamado a que los distintos actores encargados de proveer el bienestar en la sociedad pongan la sostenibilidad de la vida como centro de la recuperación, promoviendo de manera paralela la reactivación económica con igualdad para hombres y mujeres; a la vez que se garanticen la corresponsabilidad del Estado, la familia, la comunidad y el mercado en la distribución del trabajo doméstico y de cuidado. De esta manera será posible asegurar la sostenibilidad de la vida de más de 11,5 millones de bolivianos y bolivianas, asegurando que no se vulneren los derechos de millones de mujeres, jóvenes y niñas que hoy se hacen cargo de manera desproporcionada de este trabajo.

Para más información descarga el informe aquí: La mañana después de la COVID-19

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